Por: Randolph Borges

Beijing, China. Las crecientes tensiones y amenazas en el mundo, no pasan desapercibidas para el gobierno chino, que alista su arsenal y sus Fuerzas Armadas con la intención de prepararse ante las provocaciones de sus adversarios.
“Quien sabe resolver las dificultades las resuelve antes de que surjan”, dice el libro El Arte de la Guerra, de Sun Tzu y la frase parece formar parte de las políticas de defensa del gobierno Chino, que ahora se ha propuesto disuadir por la vía de la exhibición de su poderío militar, las amenazas constantes de occidente.
En el marco del XX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh), uno de los temas a tratar es la seguridad y defensa del país asiático, que se ha visto amenazada por la injerencia extranjera en sus asuntos internos en el caso Taiwán, por la notable guerra económica que Estados Unidos mantiene contra el país y por la batalla cultural declarada por occidente.
Frente a ello, el Ministro de la Defensa de China, Wei Fenghe, se pronunció sobre la nueva faceta que cumplirán las Fuerzas Armadas de ese país que, luego del Congreso del Partido, incrementará su presupuesto en el campo militar como elemento de disuasión ante las amenazas foráneas y en defensa de su integridad territorial.
“Los militares tienen que mantener un alto grado de vigilancia, prepararse siempre para la guerra y defender resueltamente la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo del país”, dijo Wei en una reunión sobre el informe de apertura del presidente Xi Jinping con motivo de la inauguración del Congreso del PCCh.
En su discurso del domingo 16 de octubre, Xi Jinping defendió la seguridad militar como una garantía de la nación y pidió hacer un planteamiento de seguridad exterior en el seno del Congreso del Partido, para preservarla de las crecientes amenazas.
El arte de la provocación
Las tensiones entre China y Estados Unidos se reavivaron en agosto pasado, cuando la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, viajó sin el consentimiento del gobierno chino a la isla de Taiwán, territorio que China y muchos países reconocen como territorio de la nación asiática.
Desde Beijing se tomó esta provocación como un apoyo a la causa independentista de un sector de la sociedad taiwanesa, violando así el acuerdo pactado de reconocer una sola China, que se había firmado entre los dos países hace 40 años.
En este acuerdo, Estados Unidos se comprometía a reconocer un solo gobierno y a reducir la venta de armas a la región de Taiwán y a dejar de hacerlo finalmente. Pero durante los últimos años, la potencia norteamericana se ha saltado olímpicamente el acuerdo, llegando a lo más alto de la provocación con el viaje de Pelosi y otros funcionarios del gobierno estadounidense a la isla.
Wang Wenbin, portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, dijo que “Estados Unidos ha abandonado el principio de una sola China, se ha confabulado con las fuerzas separatistas de Taiwán y ha roto constantemente el status quo en el Estrecho (de Taiwán)”, por lo que, a nombre del gobierno chino, dijo que tendrán que asumir las consecuencias de este hecho.
El poderoso “sistema de disuasión estratégica”
China es una de las potencias mundiales que posee un amplio arsenal nuclear. Ante las amenazas de occidente contra la seguridad y soberanía de la nación asiática, se vislumbra un nuevo impulso a la carrera nuclear armamentística de China y la complejización de las relaciones internacionales.
En su discurso inaugural del Congreso del Partido, Xi Jinping dijo además que su país va a “continuar promoviendo el entrenamiento de combate real, seguir de cerca la evolución de los patrones de guerra, estudiar estrategias para controlar al enemigo y derrotarlo”.
De hecho, tras la provocación de Washington, el patrullaje de aeronaves y embarcaciones chinas se ha intensificado alrededor de Taiwán, en defensa de la soberanía de su territorio, constantemente merodeado por embarcaciones estadounidenses. Todo ello ha enrarecido aún más el panorama geopolítico de la región.
En una exposición realizada con motivo de la realización del XX Congreso del Partido Comunista de China, el gobierno mostró parte de los adelantos tecnológicos que ha desarrollado en años recientes en su parque militar. La diversidad, potencia y capacidad destructiva de las armas chinas, superan a la de varios de sus adversarios en la actualidad.
Retomando el libro de Sun Tzu, El Arte de la Guerra, los chinos parecen estar en pleno proceso de construir un sistema defensivo “rápido como el viento, silencioso como el bosque, raudo y devastador como el fuego, inmóvil como una montaña”.
Randolph Borges, es periodista con más de 20 años de experiencia especializado en temas políticos de Venezuela y América Latina. Actualmente publica trabajos de investigación en el sitio web Últimas Noticias y Alba Ciudad, en los que expone su experiencia como parte de los periodistas invitados al Programa del Centro Internacional de Periodistas de China, adscrito al Ministerio de Exteriores.