siglo de humillacion

Profesor Jhon Beens*

 

“El fracaso es una oportunidad,
pero si culpas a otro por ello
la culpa no tendrá fin”

Lao Tse.¹

 

 

 

 

La historia contemporánea de China es causa y consecuencia de su historia milenaria, con una base muy fuerte de etnocentrismo y una vertiente más reciente (de aproximadamente hace 200 años) de rechazo a la presencia colonialista occidental y la japonesa.

El sistema sinocéntrico, conocido en occidente como el imperio tardío (1368E.C – 1912 E.C), será desmembrado por parte de las potencias occidentales, implantando un nuevo orden. A este periodo se le define como el siglo de humillación (百年 耻辱), va desde 1839 E.C hasta 1949 E.C y comienza con la primera guerra del opio (1839 E.C -1842 E.C).

Culturalmente, China es un mundo en sí, estableciendo un orden social jerárquico con una concepción del emperador como figura universal que manda sobre “todo lo que hay bajo el cielo”. El imperio chino logró alcanzar extensiones más grandes que el de cualquier Estado europeo o cualquier imperio que existió.

China nunca mantuvo relaciones de igualdad con ninguna otra nación debido a su grandeza política y cultural, de allí la denominación de Corte Celestial. Un enviado de China no era un “diplomático común”, era un Enviado Celestial que tenía como objetivo civilizar a otras culturas haciendo énfasis en Sun Tzu (孙子) con el “Arte de la Guerra” (孙子兵法), el uso de la psicología, aplicación de acciones indirectas para ir acumulando ventajas que permitan vencer sin ir a la guerra (tal como se hizo con la recuperación de Hong Kong (香港) y Macao (澳门).

A inicios del siglo XIX, el imperio chino exportaba té, seda, mobiliarios, porcelana y otros productos al Reino Unido, pero los productos británicos no eran atractivos al mercado chino, lo cual fue usado por el Reino Unido y otras potencias, como la excusa que impedía su progreso económico.

La dinastía imperial que gobernaba a China era la dinastía Qing o Manchu (满清) original de la región de Manchuria. El Emperador Daoguang (道光帝), heredaba un expansionismo británico en la India tras las guerras carnáticas (entre 1746 E.C y 1763 E.C). Inglaterra perdía a su colonia que mayor cantidad de bienes agrícolas suministraba (Independencia de EE.UU. en 1783), lo que representó pérdidas de monopolios del lado del atlántico para el imperio británico.

La venta de opio (una droga estupefaciente) por los británicos que financiaba las actividades de la Compañía de las Indias Orientales en la India y alimentaba el sistema mercantil que hacia posible la revolución industrial, que garantizó la superioridad de Inglaterra y Occidente durante el Siglo XIX y XX.

China luchó contra el comercio de esta droga, prohibiéndola en 1829 E.C y Gran Bretaña usó esta prohibición para entrar en guerra, pidiendo la reparación de los daños infligidos por las autoridades chinas a los súbditos británicos residentes en China, así como la cesión de diferentes islas. El conflicto acabó en 1842 con la humillación de China en el “tratado de Nanking (南京条约) o tratados desiguales”, con la cesión de derechos especiales de protección para que “salvaguardara la libertad de comercio” del territorio que controló con mano dura durante siglo y medio de colonia sobre Hong Kong (香港). También se impuso la creación de las “concesiones”, puertos y territorios chinos (evitado
durante siglos por China) controlados por diferentes países occidentales: Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Italia, Bélgica, Japón, Rusia la zarista y el imperio austrohúngaro, en algunos de estos territorios se podían encontrar carteles donde estaba prohibida la entrada de “perros y chinos”.

El imperio Chino tenía una población estimada de 300 millones de habitantes, para la época de las guerras del opio, algunas estimaciones indican que 1 de cada 4 chinos eran adictos al opio, es decir tenían 75 millones de adictos.

Con la derrota del imperio Qing empezó el proceso de “apertura obligada” de China a occidente, lo que agilizó la acumulación y expansión de capital. Esta derrota frente a Inglaterra supuso el inicio de la decadencia del imperio chino y de lo que más tarde se llamaría el siglo de la humillación.

La segunda guerra del Opio (第二鸦片战争) (1856-1860), Francia e Inglaterra versus China, las dos primeras humillaron al imperio chino, esta fue una guerra más cruel, ya que no solo se impuso a China el tráfico de opio sino que se exoneró de impuestos a los comerciantes y se redefinió la esclavitud, con los “culis”, mano de obra china muy barata, para que trabajaran en el Canal de Panamá o en los ferrocarriles de EE.UU. Portugal amplió su control sobre Macao y el palacio de verano del emperador, en Beijing, fue quemado por los ingleses en 1860 bajo la premisa de que China no aceptaba la apertura de embajadas. Beijing fue ocupada por 4 años por una coalición internacional,
liderada por Inglaterra, Francia, Rusia y EE.UU.

Gran Bretaña se instaló en China y se enriqueció impulsando el comercio de droga, también lo hizo con la India y Persia, tal como hacen hoy los más siniestros narcotraficantes, aliados de los imperios decadentes. Mientras Beijing pretendía impedir el comercio de la droga, Londres y otros centros europeos, impusieron las guerras del opio (鸦片战争), ignorando la catástrofe económica, la tragedia social, millones de muertos causados por la droga introducida por los británicos con el explícito apoyo de su gobierno.

El maltrato que vivió el pueblo chino en aquel entonces propició una serie de rebeliones que terminan con la caída de la última dinastía imperial de China, convirtiéndose así en una república (1912) y 37 años más tarde, en la República Popular China (1949).

 

 

Notas:
1: Se le considera uno de los filósofos más influyentes de la civilización china, fundador del Taoismo.

 

 

*Profesor Jhon Beens es Licenciado en Ciencias Estadísticas de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UCV y Coordinador de la Línea de Investigación de Estudios Históricos y Culturales del Centro Venezolano de Estudios sobre China (CVEC) y Director del Centro Venezolano de Estudios sobre Irán (CVEI).

Por CVEC

El Centro Venezolano de Estudios sobre China (CVEC) es el primer y único centro de investigación dedicado exclusivamente a los estudios sobre China dentro de la República Bolivariana de Venezuela. Fundado el 13 de junio de 2017 por jóvenes profesores e investigadores provenientes de la Universidad Central de Venezuela, el CVEC ha planificado desde su creación, la conformación de un equipo de investigadores provenientes de distintos espacios intelectuales y profesionales, cuyas capacidades de análisis y comprensión sobre las realidades que configuran el mundo de hoy y del futuro coincidieran en esta instancia de gestión académica e intelectual.

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